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El bienestar de las personas a las que servimos es primordial.
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Las inquietudes o denuncias de comportamiento abusivo o explotador siempre se toman en serio, se investigan y se actúa según corresponda.
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Apoyamos la participación de los niños, las personas vulnerables y de todos aquellos a quienes asistimos valorándolos, escuchándolos, respetándolos y dándoles voz en las decisiones que los afectan.
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Todo el personal tiene acceso y está familiarizado con las políticas y procedimientos de protección, y conoce sus responsabilidades dentro de esas políticas y procedimientos.
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Todo el personal y las personas atendidas, incluidos los niños y las propias personas vulnerables, tienen acceso a información sobre cómo denunciar inquietudes o denuncias de abuso.
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Las prácticas de contratación son lo suficientemente sólidas como para garantizar que no contrataremos personal u otros representantes si representan un riesgo conocido para la seguridad o el bienestar de las personas a las que asistimos, o para los niños o las personas vulnerables con las que entramos en contacto.
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Nuestras prácticas no crean ni permiten condiciones en las que los niños y las personas vulnerables estén en riesgo de abuso o explotación.
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Las personas en puestos de responsabilidad, ya sean miembros, voluntarios o empleados, son responsables de promover activamente la salvaguarda y de garantizar que las políticas y procedimientos de salvaguardia se cumplan, se actualicen periódicamente y se divulguen dentro de su jurisdicción.
Para presentar una queja específica de abuso o explotación ante el Consejo de Portland, utilice nuestro formulario de Contacto. Recibirás una respuesta.